Cuatro razones para NO seguir este blog
En poco menos de un mes se cumplen nueve años desde que escribí la última publicación de lo que en otro tiempo fue no sólo pan. La efeméride no es muy precisa ni relevante, y ni siquiera ha motivado esta nueva edición, pero es una manera tan mala de volver a empezar como cualquier otra. Me he dado cuenta de que los blogs han cambiado mucho desde 2009, así que voy a usar una de las recurrentes fórmulas de la viralidad: enumerar cosas. Aquí tenéis cuatro motivos por los que yo jamás me suscribiría a este drogoblog.
Porque hay algo peor que una segunda parte: una tercera La imagen anterior corresponde a la segunda versión del blog, que con una ligera mejora de su aspecto pretendía excusar los cuatro meses de abandono. Esta nueva etapa va dedicada a todos los que creen que El Padrino III es la mejor de la trilogía. Me gustaría contar con un público falto de buen criterio para no sentirme como Julio Camba, pensando en su admirador de Guadalajara.
Porque no me he tomado ni la molestia de darle un nuevo nombre Ha pasado casi una década. Incluso he preferido empezar un nuevo blog desde cero, en vez de retomar aquél, porque leer a mi yo de entonces me produce cierto alipori. Pero el título se queda.
Porque se paga 30 a 1 que esto dure más de un mes No destaco por la constancia ni por la fuerza de voluntad. Así que cualquier día esto pasará a ser uno de tantos proyectos inconclusos que un día empecé con ilusión.
Porque iba a escribir cinco razones y me he cansado en la tercera Acabo de cambiar el título de la publicación. Cuatro serán suficientes.